miércoles, 8 de mayo de 2013

EL ESTILO DE: ¡¡Inés de la Fressange!!

¡¡Buenos días de miércoles chic@s!! Después del parón de la semana pasada, hoy vuelve nuestra sección de estilo de la mano del savoir faire parisino de la siempre perfecta Ines de la Fressange.


Su esbelta figura, su elegancia y su sensual mirada la convirtió en una de las modelos más influyentes de los años 80, e incluso llegó a firmar un contrato de exclusividad con la casa Chanel.




Musa de Karl Lagerfeld, embajadora de Roger Vivier e íntima amiga de Carolina de Mónaco, Ines tiene ese charme típico parisino que la ha convertido en una de las mujeres más refinadas del planeta. Su belleza serena y sin excesos la ha convertido en símbolo indiscutible de la elegancia y el chic parisinos




Dueña de una clase innata, la francesa tiene el don de estar perfecta con muy poco y sin necesidad de grandes estridencias. Su máxima es la sencillez y su imprescindible un buen complemento. ¿Sus prendas fetiche? Los pantalones capri, a la altura del tobillo, y los zapatos planos







Poco amiga de los excesos, sus estilismos destilan clase y sofisticación por los cuatro costados. Suele apostar por colores neutros como el azul marino, el negro o el blanco y prendas de corte sencillo como americanas o chaquetas tipo Chanel. 




Fiel a su estilo espontáneo y natural, es habitual verla en los fronts row de la Semana de la Moda de Paris, Canon en mano dispuesta a captar los mejores momentos y looks de la jornada.



Si para sus looks diurnos apuesta por un estilo sport chic, estudiado al milímetro, en sus apariciones nocturnas sobre la alfombra roja se decanta por vestidos de corte sencillo con escotes que dejan al descubierto los hombros, además de faldas con caída y poco vuelo. ¿Su diseñador de cabecera? Sin duda, el kaiser de la moda, Karl Lagerfeld.



Si os habéis quedado con ganas de más, no dudéis en haceros con La Parisienne, el último libro de la modelo francesa, y una Bíblia de glamour y clase. Una auténtica guía de estilo, en la que Ines cuenta las claves para hacernos con ese 'no se qué' único de las parisinas, y del que ella es la mejor embajadora.


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